domingo, 17 de agosto de 2008

Los Cafés de Chinos

Juegos Olímpicos de Beijing: China en el presente; potencia mundial en el Siglo XXI: China en el futuro.

Y, en el pasado de la Ciudad de México el recuerdo de los inolvidables cafés de chinos.

Los conocí de muy niño; proliferaban en la parte céntrica de la ciudad; Bucareli, Artículo 123, López, Ayuntamiento, Apartado y muchas otras calles del primer cuadro contaban con los famosos cafés de chinos.

Sitios populares donde aún la gente acomodada se dejaba ver de vez en cuando. Incomparables en sus frijoles refritos, en sus bisquets y, sobretodo, en su café con leche.

Nada igualaba el café con leche de un café de chinos. Los comentarios de la gente eran de lo mas variado: “la leche siempre está en la lumbre; la cafetera nunca se lava; el café se hierve durante mucho tiempo”. El secreto era de los chinos y nada pudo igualarlos en su época, no obstante que había otros lugares con café con leche muy sabroso.

Corrían los años de los 60. Con mi amigo el capitán del ejército y después de tomar café americano en el Fancy, de las calles de Independencia, nos íbamos a cenar al Café Artículo, si mal no recuerdo su nombre, en las calles de Artículo 123.

El sueldo mínimo de aquellos tiempos era de alderredor de veinticinco pesos diarios, quizá treinta.

En ese café de chinos ofrecían cena que constaba de bistec, huevo al gusto, frijoles refritos, bolillo y café con leche por $ 5.00.

Si, por cinco pesos cenaba todo lo anterior, mientras muchas veces oía al dueño del café comenzar a regañar a las meseras en español y terminar hablando en chino.

El tiempo pasa, las épocas se van y la vida cambia. Una de las últimas veces que estuve en el Distrito Federal, visité lo que queda de un café de chinos en 5 de Mayo. Pedí frijoles refritos recordando aquellos que se acompañaban de salsa Buffalo y queso blanco.

Me sirvieron frijoles refritos de los que se compran en polvo.

Aquel tiempo se fue para nunca mas volver. Si dejamos la seguridad de lado, no fue ni mejor ni peor que otros; sólo tuvo sus propias características y entre ellas, la sabrosa comida en los incomparables cafés de chinos.

La Frase: “El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos”… anónimo.


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