domingo, 24 de agosto de 2008

El hombre y la competencia olímpica

"Citius, altius, fortius": "Más rápido, más alto, más fuerte", y el hombre se sublima en la entrega y el esfuerzo por salir triunfador en una competencia.

Los Juegos Olímpicos logran que aflore lo mejor del ser humano, y el atleta se priva de muchas cosas en el sacrificio para tener la mejor preparación posible en un trabajo que dura años; después, esfuerzo, ilusión, entrega, pueden disiparse en unos minutos, o en los pocos segundos que dura una competencia cuando los otros muestran una mayor capacidad, una mejor preparación que les lleva al triunfo que todos y cada uno de los competidores anhela.

Caer, pero caer con la cara al sol, con la frente y alma limpia en una derrota que engrandece,

Triunfar, con la humildad de saber que gracias a los vencidos es posible la victoria.

El reconocimiento al hombre, o mujer, que es rival en la lucha, pero hermano en la grandeza del deporte.

Qué puede hacer mas grande a un atleta triunfador que invitar a los competidores que no alcanzaron la cima que el conquistó a subir el lugar mas alto del podium para compartir la victoria del deporte limpio.

Quedan de lado, y muchas veces en la vergüenza, quienes sabiéndose desde el principio inferiores a sus contrincantes, recurren a las substancias que pueden compensar las limitaciones que el dopado padece.

Con ellos, quien alevosamente atacó a un árbitro y después a un juez, con la cobardía de golpear a quien se encuentra desprevenido; a quien no tiene la capacidad ni la oportunidad de contestar la cobarde agresión, con una violencia que no fue capaz de aplicar contra su rival en la competencia, pero si contra un hombre en situación desventajosa.

Sin embargo, el reprochable acto sólo atañe al seudodeportista, nunca a su delegación y menos a su país.

Nostálgicamente olímpicos recordaremos a quienes en la fuerza de su triunfo tienen la sensibilidad para derramar una, o muchas lágrimas.

A los comentaristas, en particular a los mexicanos, que sabiendo que un compatriota ha alcanzado la victoria, derraman lágrimas de emoción y alegría, parte inherente de la raza de hombres de bronce con corazón de cristal.

Concluyeron los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. La cita es en Londres 2012 y, mientras exista este maravilloso evento, podremos creer en la grandeza del ser humano, digno en la derrota, humilde en el triunfo y, sobretodo, limpio en el corazón.

La Frase: “En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la victoria, se conoce al caballero”… Jacinto Benavente.


No hay comentarios: