domingo, 24 de agosto de 2008

Globo Ags. 25/2008

Gracias Paola y Tatiana, gracias Guillermo, gracias María; gracias porque a este pobre pueblo que vive inmerso en el temor de la inseguridad, que se entera de los malos manejos de un funcionario del que no importa si es culpable o no, lo que importa es si su partido llega a un acuerdo con la oposición; este pueblo que viviendo en un territorio rico sabe de la pobreza, le han dado una razón para reír, para celebrar, para sentir que México tiene un lugar en el concierto internacional, cuando menos en tae kwan do y clavados.

Beijing 2008 será histórico no sólo por su extraordinaria organización; también por que pudimos ver la caída de una potencia: Estados Unidos.

China aseguró que ganarían los Juegos Olímpicos, y lo cumplió con 51 medallas de oro por 36 de Estados Unidos.

Fue en los Juegos Olímpicos de México 68, cuando di inicio a mi carrera dentro de los medios informativos.

Tuve la suerte de poder cubrir los juegos con la libertad y amplitud que me daba contar con uno de los dos juegos de pases que recibió Claridades.

Estuve en el Aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México, recibiendo a los contingentes de atletas y tuve la fortuna de conocer en persona a Natasha Kushinkaia, a quien beso la mano en la fotografía, y a Vera Chavslaska, que espero termine de dar un autógrafo para continuar la entrevista, gimnastas de la Unión Soviética y de Checoslovaquia respectivamente.

Me hice gran amigo del ministro de deportes de la URSS, quien hablaba cinco idiomas, entre ellos el español que facilitó nuestra amistad.

Y además de los Juegos Olímpicos de Beijing que refrescaron mi memoria hacia aquellos tiempos, conocí a la maestra Djamila Rovinskaia, excelente violinista de la Sinfónica, en uno mas de los conciertos de gran calidad que se ofrecen en el Museo Iconográfico del Quijote.

Ahí, al saludar a la maestra Aurora Jáuregui quien comentó que es excelente la calidad de los conciertos que presenta el MIQ y, además, la gran oportunidad que da a la gente la entrada libre a los eventos.

Esta labor da frutos y de aquella ocasión en que sólo habíamos presentes entre el público dos mexicanos: mi hermano y yo, además de una muchacha de Guadalajara quien comentó que cómo era posible que espectáculos de esta calidad se ofrecieran sin costo alguno, a los últimos eventos, en particular el reciente concierto de Ensamble Tzina, donde los jóvenes fácilmente eran el cincuenta por ciento del público que, como de costumbre, llenó al máximo el Patio de las Esculturas.

Entre conciertos y otros eventos el camino de la vida continua y, en él nos encontraremos.



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