domingo, 21 de diciembre de 2008

Gocemos la Navidad

Abrazos y buenos deseos son comunes en esta temporada entre el círculo de personas que nos rodea.

Dependiendo del grado de efusividad son los mencionados abrazos y los apretones de manos; pero siempre, con los sinceros deseos que se expresan en pocas palabras que salen desde el fondo el alma.

La llegada del Niño Dios siembra el amor en el mundo; cuando menos entre las personas cuyos intereses no abarcan agresiones a otros grupos o naciones.

Entre la gente común, la gente buena, se intercambian deseos de salud, tranquilidad, prosperidad y paz, entre los mas mencionados.

Nochebuena seguida desde las cero horas de la Navidad. Regalos, a veces muy costosos, se repartirán a lado de los regalos valiosos que no cuestan, que no se envuelven, pero que abrazan a la persona a quien se lo damos de todo corazón.

En algún periodo de mi vida me tocó recibir muchos regalos, también dar muchos regalos; recibir y repartir muchos abrazos, por relaciones públicas, por conveniencia, por interés o por solidaridad de grupo; ninguno de ellos se comparan a los que tengo oportunidad de entregar ahora, los que salen del corazón y se entregan en unas palabras llenas de sinceridad.

Tengo mucho menos en lo material; no obstante, poseo la riqueza emocional de poder tener la libertad de mostrar sin sentimientos sin cortapisas, sin conveniencias, sin intereses, sin compromisos.

El único compromiso que me ata en estas fechas es mi propia verdad.

Llega la Nochebuena y con los abrazos afloran los sentimientos, los recuerdos, las reflexiones: La vida nos ha quitado algo porque nada es para siempre y menos eterno; a cambio nos ha regalado nuevas experiencias, nuevas amistades, nuevas oportunidades, todo ello al regalarnos un año mas de vida.

Ese simple hecho es motivo para considerarnos afortunados, sin que por ello dejemos de tener en “un rincón del alma”, el recuerdo doloroso de los seres que se nos han adelantado.

Dios nos ha dado la oportunidad de vivir una Navidad mas en nuestras vidas; no la desperdiciemos amargando la noche con lo que no tiene remedio; menos aún con perder su goce sumergidos en las brumas del alcohol.

Gocemos nuestra Navidad como el Regalo Divino que se nos otorga la noche del 24 de Diciembre, con la Nochebuena y seamos felices al recordar el cuento árabe que señala que “el hombre feliz no tenía camisa”

La Frase: “Navidad sólo hay una en el año, pero vale la pena esperar”… Conejo Bugs.


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