lunes, 18 de febrero de 2008

Del Amor

Hace muchos años: El Día de los Novios; debido al gran mercado potencial, ahora El Día del Amor y la Amistad.
Y ambos son simplemente dos tipos de amor, con el mismo contenido emocional en el alma pero, con diferentes intereses y manifestaciones.
Hace años, mi gran amigo don Fernando Marcos, en referencia a la machista expresión de “A mis amigos los estimo, yo sólo quiero a las mujeres”, comentó que expresaba ignorancia sobre el significado de las palabras.
“Estimar”, dijo, es sopesar, calcular, medir; agregó, a mis enemigos son a los que estimo para prevenir el tipo de acciones que pueden tomar y cuáles serán sus alcances.
La Amistad es un amor sin manifestaciones sexuales, por lo mismo hay grandes amistades con personas de nuestro propio sexo, así como la hay con personas del sexo contrario.
En la familia hay hombres a los que queremos: nuestro padre, nuestros hermanos, tíos, abuelos, padrinos, primos. Y, cuando en lo personal no se tiene duda de la hombría, es natural decir que los queremos, y mucho.
En algunas culturas y épocas históricas, los hombres se besaban en la boca; claro sin la pasión que se besa a una mujer y como una gran muestra de respeto y lealtad.
En el poema del Cid Campeador, se dice que el héroe besa al Rey en la boca, y ya quisiera ver a los que se rasgan la vestiduras por esto, inmersos en las batallas que sostuvo El Cid y muchos de sus contemporáneos, donde la pelea no era con los puños, o con los pies como algunos acostumbran, sino con espadas, lanzas, mazos y flechas, y eran a muerte.
En algunos países se acostumbra besar a la madre en la boca y ¿qué puede haber mas puro que el amor de y hacia una madre?
Además, en nuestro idioma hombre es sinónimo de Humanidad; de ahí haber escrito “Amo al Hombre, mi hermano”
Así como se dice que El Destino Manifiesto es muestra de ignorancia y whisky, el acrecentado machismo lo es de inseguridad en la hombría y, también, de ignorancia.
Para acabar pronto:
Dios nos ama.

LA FRASE: “Amigos míos, Dios me es necesario, porque es el único ser que puede amar eternamente”… Fëdor Mikhailovich Dostoyevski

EL POEMA: Espérame Señor, de José María Peman:
…Y me dirá el Señor: “Años y años,
esperándote llevo;
una vez y otra vez en esta espera
granó la espiga y floreció el almendro.
¡Y una vez y otra vez, por si venías
me asomé, por las tardes, al sendero!
Y, sin embargo, seguiré esperando…
¡y todavía, mientras que te espero,
cuidaré que haya estrellas en tus noches
y luz en tus auroras y flores en tu huerto




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