domingo, 6 de abril de 2008

Era el Campeonísimo

Para nuestro lector o lectora que envió el comentario de ¡Vivan las Chivas! otra anécdota de los tiempos del Campeonísimo.
Se jugaba en el Estadio Olímpico de la CU. Guadalajara contra Necaxa. Era la época en que no había cambios.
El Necaxa se puso arriba en el marcador. Atrás de mi, tres señores que exudaban necaxismo gritaban: ¡Ahora si. Campeoncitos de pueblo.
Además de que siempre fui a los estadios para ver los partidos y no para sostener encuentros de box y lucha, era un niño de menos de 10 años y no iba a decir nada. Pero las Chivas hablaron por mi.
“El Tigre” Sepúlveda, defensa central de las Chivas, despejó a la media vuelta sin ver que un jugador el Necaxa, parece que Evaristo, entraba a tratar de tocar el balón con la cabeza. Después de haber despejado, por inercia Sepúlveda completó la vuelta pegando en el estómago del necaxista.
El árbitro sin dudarlo lo expulsó; de palabra, no había tarjetas.
Los tapatíos explicaron que fue un despeje sin ver al jugador contrario, pero el silbante se sostuvo en la expulsión.
Con el marcador de 0-1 en contra y con diez jugadores, el Guadalajara tenía un problema.
Sepúlveda salía de la cancha; unos metros afuera de la línea de meta regresó, se quitó la camiseta y arrojándola al suelo dijo:
¡Con esta basta para ganarles!
Esto desde luego los aficionados lo supieron al día siguiente cuando lo publicaron los diarios ya que desde la tribuna sólo se pudo ver la acción del defensa de las Chivas.
Continuó el partido y los necaxistas a mi espalda gritaban enloquecidos; pero, ¡el Guadalajara consiguió el empate!
Después un segundo, un tercero y un cuarto gol para con diez hombres golear al Necaxa por 4-1.
Cabe decir que en el segundo gol los necaxistas callaron sus gritos y porras; para el tercero, mientras yo gritaba, se salieron del estadio.
La anécdota la platico de memoria pero, ahí están los periódicos que avalan mi recuerdo.
Eran las Chivas, era el Campeonísimo.

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