Una Vieja Canción de Amor

En el modular suena una vieja canción que habla del adiós de un amor, de los recuerdos que quedan en la vida cuando una relación es capaz de dejar huella en nuestra existencia.

Esa vieja canción de amor para mi tiene un nombre de mujer, y lo recuerdo.

Recuerdo aquellas fechas: a mi novia de ese momento y a una de mis secretarias. Concluida la labor del día debía pasar a recoger a la novia para llevarla a la escuela donde estudiaba algo que ya no recuerdo que era. Por el mismo camino quedaba la casa de una de mis secretarias de edad similar a la de mi novia.

Cerrado el despacho, secre, novia y yo la emprendíamos, primero a dejar a la secretaria y después a la escuela de mi novia. En el camino iba prendido el radio, en esos tiempos no había otros aparatos para producir música en un automóvil.

No recuerdo la estación, pero recuerdo la canción: Rosa Marchita. Su ritmo pegajoso invitaba a seguirlo y con debida precaución, en donde no había tráfico hasta el auto llevaba el ritmo de Rosa Marchita.

Eran veinticinco años que como dice el tango: “no volverán”.

…Te acordás hermano, que tiempo aquellos;

eran otros hombres, mas hombres los nuestros;

los hombres de antes no usaban gomina;

no se conocía ni coca ni quina,

Veinticinco abriles que no volverán.

Rosa Marchita se encuentra incluida en uno de los compactos que tengo a la fecha. En ocasiones la oigo y me trae recuerdos donde tiene mas importancia la acción y el enfoque de la vida, que la mujer cuyo nombre me recuerda; pero, cuando menos, en esta canción se a quién recuerdo, porque hay otras que tienen un recuerdo pero el nombre de la dama se ha perdido en el olvido.

Veinticinco abriles que no volverán; y, sin embargo, cada época de nuestra vida tiene su propio encanto, lo importante es que cada tiempo deje una huella que sea grato recordar.

Y a usted: ¿que canción le trae recuerdos?

LA FRASE: del poema Serenata de Shcubert, de Manuel Gutiérrez Nájera:

¡Ya nunca volveréis, noches de plata!...