domingo, 6 de julio de 2008

La Alegría de Vivir

Hemos abierto los ojos por la mañana un día mas; quién sabe si veremos la puesta del Sol, pero Dios nos ha permitido amanecer otro día de nuestra vida.

Otro día de actividad en nuestras vidas. Por mi trabajo se me da la oportunidad de convivir y platicar con mucha gente.

Información, entrevistas, solicitud de datos, o cuestiones administrativas de la revista, me ponen en contacto con muchas personas.

Y cada día tiene su propio misterio, su encanto particular conformado por las acciones a realizar y por la gente que nos corresponde tratar.

Siempre he pensado que la mayoría de la Humanidad es buena por naturaleza y sabe corresponder al trato que se le ofrece.

La amabilidad tiene como respuesta la amabilidad y cuando no existen pensamientos negativos hacia la gente que nos rodea, siempre es posible encontrar una sonrisa, una mano amiga, un saludo amable; además, a ello hay que aunarle la ocasión de tratar con gente bonita, las damas doblemente por su trato y su belleza; los caballeros, porque siempre es bonito tratar con alguien que tiene educación y plática agradable.

Estoy de acuerdo con quien empiece a protestar: no falta alguien que no cumpla estas características. Los he tratado y los conozco aún; simplemente, salvo el saludo que exige la educación con evitar su conversación dejo de escuchar un enfoque totalmente negativo de lo que nos rodea.

Cierto, es mucho lo negativo que hay a nuestro alderredor; sin embargo, puede conocerse y prevenirse hasta donde sea posible, sin que ello nos amargue la existencia.

No se debe temer el momento que no ha existido; tampoco se puede confiar en todo ni en todos; pero, si dejar de estar conciente en las dos caras de la moneda del hombre, siempre es posible pensar y ver la cara buena de los seres humanos.

La frase: “El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos”… Pitágoras.

El poema: En la tumba de mi padre, de Juan de Dios Peza:

…Sin mancha está la sacrosanta herencia

que nos legaste ayer y nuestro anhelo

es cruzar como tú por la existencia

no viendo el barro, sino viendo el cielo..


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