domingo, 20 de julio de 2008

Le eche porras al América

En la edición de Globo correspondiente al próximo mes de agosto, se publica la crónica de la inauguración del Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes, para los aficionados de mediana edad: Estadio Azulgrana, y para los nuevos aficionados: Estadio Azul.

Fecha: enero 5 de 1947; partido Veracruz, campeón de liga 1946/47, contra Racing (la Academia de Buenos Aires); marcador: 2-1 a favor de Tiburones Rojos..

De esa fecha a 1956, fue sede para los equipos capitalinos: América, Atlante y Necaxa; además de interesantes juegos contra equipos extranjeros, aunque los nacionales no fueran del Distrito Federal.

Fue en ese estadio donde vi por primera vez, siendo un niño, un juego profesional de futbol. Sólo recuerdo que uno de los equipos vestía de azul con una franja transversal amarilla sobre la camiseta.

De adulto y revisando la historia del futbol mexicano, pienso que asistí al partido Oro-Bánfield u Oro-Palmeiras,

Después, de adolescentes, fueron muchos los domingos que con mi hermano y mi papá, asistíamos a los partidos que se escenificaban en el Estadio Olímpico.

Eran los tiempos del Atlante., del general Núñez. El equipo odiado por todos porque, como ahora sucede con el América, eran muchas las ocasiones en que por casualidad los árbitros se equivocaban favoreciendo a los azulgrana.

Ahí vi los clásicos Atlante-América y Atlante-Necaxa. Yo ya era, como toda mi vida, Chiva; mi hermano le iba al Toluca, pero ante las “cosas raras del arbitraje” y la entradas de muchos jugadores atlantistas, principalmente en estos clásicos, me unía a los aficionados de la zona de sombra, lugar de la porra del América, para gritar en contra del árbitro y abanderados, así como para impulsar a los entonces Cremas o Canarios.

Lo mismo sucedía en los juegos contra Necaxa, todos, salvo desde luego los atlantistas, estábamos contra el Atlante y no es que le fuéramos al equipo rival, sino que era todos contra el “favorecido” Atlante, en esos tiempos, el equipo mas odiado de México.

Los tiempos cambian y hoy la historia es otra pero, continúan sucediendo en ocasiones “cosas raras y comentarios inexplicables”, sólo que ahora ya no es el Atlante pero, en aquellos tiempos, algunas veces impulsé al América contra los odiados azulgranas.

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