domingo, 13 de julio de 2008

Globo Jul l4 /2008

El arte, expresión inteligente y bella de la capacidad humana; con sus excepciones, cada día encuentra espacios mas amplios que le proporcionan una mayor difusión que, a la vez, le permite llegar a sectores que en este aspecto se marginan o son marginados.

Las expresiones artísticas en cualquiera de sus facetas y modalidades, tienen derecho de presentarse para ser juzgadas.

Siempre serán los museos, las galerías, salas de concierto y espacios similares, quienes sean pináculo de una muestra artística; sin embargo, sé de personas incapaces de entrar a un museo, ni aun cuando la entrada sea gratuita, porque en su formación personal no conocieron estos sitios y, la limitación no se circunscribe a los sectores populares, incluye gente de posición acomodada que no se interesa, a veces ni conoce, lo que es el arte.

Desde hace años fueron los jardines y sitios públicos de algunas ciudades los que acercaron el arte, principalmente la pintura y la música, a la gente; y la gente tuvo oportunidad, entre ellos los niños, de acercarse al arte que se los encontraba al paso de su recorrido.

Ahora, son muchos los cafés, bares y cantinas, que ofrecen sus muros para colocar pintura; y la aceptación de los parroquianos es positiva aun cuando la crítica no siempre favorezca al autor.

En estos sitios, como en los museos y galerías, pueden encontrarse de todo; sólo que ahora, está al alcance de casi todos porque hay menos problema para algunas personas, en entrar a un café o un bar, que a un museo.

En San Juan del Río, existe un cibercafé El Agora, Espacio Abierto para la Cultura; al frente: Pati.

Desde hace años se han presentado en este sitio exposiciones, bailables y conciertos o tocadas, así como algunos rituales de tradiciones étnicas.

Si a ello aunamos la amplia capacidad de Pati y sus colaboradores para proporcionar soluciones, orientación y capacitación a los asistentes que hacen uso de las computadoras, El Agora es un espacio dentro del Siglo XXI, que identifica a San Juan del Río, como una ciudad progresista y dinámica.

Continuamos hablando de lo positivo y mandamos un saludo a doña Olga Porras de Valdés, quien dejó un agradable recuerdo de su paso por el DIF Municipal en el interinato de su esposo, el C.P. Antonio Valdés, en la Presidencia de Guanajuato Capital.

Solicitamos a Roció Navarro, reina del Club Leones de Marfil, establecer contacto con la revista para conocer de sus actividades.

La grata belleza de Maura Luna León, fue efímero regalo para los espectadores de las Leyendas de San Juan del Río. Maura prefirió el mundo empresarial al de los espectáculos.

Tenemos nueva reina; sin embargo, Globo no olvida a Cecilia Barrera y platicaremos con ella para recordar las anécdotas de su reinado; por lo pronto, continua el camino de la vida y, en él nos encontraremos.



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