domingo, 27 de enero de 2008

Los Cerdos (de dos patas) También Viajan

Al carecer de vehículo mis desplazamientos son en democrático transporte público y en taxis.
De esta forma viaje a la ciudad de León, vía ETN.
No obstante el reconocido prestigio de esta línea, se dan casos en que viajan cerdos, con perdón de los cochinos que si se les tiene en un ambiente limpio y sano están mejor que en la inmundicia.
Al abordar el autobús de paso en León, entre la cortina y la ventana, abandonada por alguien que acostumbra vivir en un entorno de porquería, el recipiente vacío de una botella de agua.
En la otra ventana, un pañuelo desechable usado.
Imagínense para estos pobres seres, qué mayúsculo problema significa tener que pararse para depositar la basura en el lugar apropiado al fondo del autobús.
Recuerdo que cuando estaba en primaria, los maestros nos decían que no debíamos tirar basura ni escupir en la calle, porque la ciudad era la casa grande de todos.
Si en nuestra casa no tirábamos basura ni escupíamos, tampoco podíamos hacerlo en la calle.
Entonces es fácil adivinar en qué medio vive esta gente que deja su basura en la ventanas de los autobuses.
En la sala de espera, en una hilera de butacas, las bolsas de la comida chatarra que seguro “devoraron” otros cerdos.
El contenedor de basura estaba a menos de cinco metros pero, la basura, y me refiero a la humana, siempre será basura.
Esto es menos extraño puesto que en nuestras plazas es común encontrar en la bancas restos de comida, botellas vacías o platos de cartón abandonados; y los contenedores están a pocos metros de distancia.
En una ocasión platicando con un elemento de limpia municipal, sobre este detalle, nos comentó que varias veces sugería a este tipo de personas que colocara la basura en los contenedores. La respuesta idiota: “para eso esta usted”. También están los resturantes, fondos, puestos y el comedor en la casa, para comer. ¿Entonces?
LA FRASE: “No tires margaritas a los cerdos”… Amado Nervo.

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