domingo, 28 de octubre de 2007

Calacas y Aparecidos



Entra el otoño en el hemisferio boreal, con su llegada aquella fiesta de pueblos del norte de Europa para agradecer la cosecha, misma que la Iglesia convierte en noche de espantos donde los dioses de aquellas culturas se vuelven demonios.
Europa vive la Noche de Todos los Santos, donde los seres del otro mundo tienen una mayor oportunidad de hacer acto de presencia entre los vivos. Es noche de espanto, noche en que hay que cuidarse de los muertos, los demonios y las brujas.
En Estados Unidos, se vuelve Halloween y dentro de la comercial fiesta del 31 de octubre, si dejamos de lado los disfraces, se elude el tema de los muertos y se toman precauciones ante su posible llegada o aparición.
En México, herencia de la fusión de culturas, se prepara una Ofrenda de Muertos, esperando que los difuntos lleguen a compartir el pan y la sal con nosotros.
Antes, nos hemos comido su cráneo convertido en azúcar o chocolate, muchas ocasiones nuestra propia calavera regalada por algún familiar o amigo.
Y para diversión, además de admiración a la creatividad e ingenio, hay figuras de calaveras, monstruos de la literatura y la cinematografía, espantos, brujas y demonios, para que jueguen los niños o sea regalo entre los adultos.
En algunos panteones se convive sobre la tumba, previamente arreglada, donde se lleva comida y muchas veces música.
Es normal que en el cementerio, dependiendo de su horario de visita y la tradición del lugar, se escuche al mariachi, a la banda, al trío o a los músicos casi improvisados, para alegrar a los difuntos que descansan en sus fosas mientras suenan las notas de:
“…¿en qué quedamos pelona, me llevas o no me llevas”
“…si me matan al pie de su reja, a lo macho me harían un favor”
“…Si me han de matar mañana, que me maten de una vez”
En las reuniones surgen las “historias de muertos” y por experiencia propia o por lo escuchado a otras personas, se platica sobre aparecidos, sobre brujería o sobre cualquier tema que se relacione con el ambiente de estas fiestas.
Si existe o no lo sobrenatural, cada quien tendrá su opinión; sin embargo, en todas las culturas, en todos los pueblos, hay historias de muertos, sitios donde espantan y leyendas que pueden poner nerviosa a la gente, en especial el Día de los Muertos.
LA FRASE : “No es tormento la muerte, sino fin de los tormentos”… Salustio.
EL POEMA: de Amado Nervo:
…y un apacible morir sereno,
mientras mas pronto mas dulce y bueno…

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