domingo, 1 de febrero de 2009

Futuros Iberoamericanos


por Fernando Redondo Benito

Estas Crónicas Manchegas son un espacio de reflexión, de análisis, de diálogo, de pensamiento orientado hacia el futuro, los futuros, y las ideas de España e Iberoamérica.
Un espacio de reflexión en el que asumo la responsabilidad fundamental que como actual generación poseemos con respecto a las generaciones venideras, sintiéndonos comprometidos desde la ética del futuro, porque tenemos que fundamentar de modo urgente las bases de esta ética, sabiendo que sin ella no podremos construir el desarrollo integral del Siglo XXI.
Todos debemos participar, todos debemos contribuir al nuevo horizonte del futuro y de este Siglo XXI, todos tenemos que unir nuestras fuerzas, creando nuevas ideas desde las que poder cambiar el mundo.
En una ocasión leí un lema, una frase, que decía que “si el pueblo empieza a actuar, los dirigentes seguirán”. Es el encuentro con la necesaria y propia participación ciudadana, es el impulso necesario del encuentro cívico, la base para conseguir una acertada visión del futuro, construyendo una capacidad orientadora que consiga aglutinar los anhelos y las esperanzas de la población del mundo.
Debemos estimular, orientados siempre hacia el futuro, la tolerancia y la comprensión cooperativa, buscando el resurgimiento de un conocimiento que, con la visión en el futuro, suponga concebir, percibir e imaginar en el presente.
Un presente desde el que, con el valor de la anticipación, vamos a ser capaces de informarnos acerca de las direcciones en las que podemos evolucionar, debemos evolucionar, para ser capaces de prepararnos e influir positivamente ante nuevos retos culturales, sociales y tecnológicos.
Hablemos de “Futuros Iberoamericanos”, aunque pueden ser entendidos en clave de todos los pueblos del mundo, desde una voluntad y responsabilidad que están en el centro del pensamiento orientado hacia el futuro, facilitando capacidades de pensamientos de anticipación, que son de importancia para la ciudadanía y su futuro.
Sólida voluntad y compromiso, porque nuestra estrategia debe hacernos no olvidar que es más un acto de voluntad que un acto técnico. En ese sentido, recordemos a Gaston Berger cuando escribió “el método que aquí estamos buscando no se halla en las cosas sino en las personas, no es ley del objeto sino una norma para el sujeto y, desde nuestro punto de vista, no se trata de eliminar dificultades y riesgos, sino de prepararse para hacerlos frente”.
Diálogos, palabras, ideas para caminar hacia un futuro acorde con la condición humana, con la dignidad humana; ese es nuestro desafío, compromiso y responsabilidad: crear un espíritu y conciencia que da libertad y vida.


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